miércoles, 11 de abril de 2007

No depende del medio, sino del escritor

La mentira de un periodista puede llevar a descubrir una gran verdad. Así sucedió hace nueve años en Estados Unidos.

Sthepen Glass no es conocido sólo por publicar una patraña sobre un hacker adolescente que había estorsionado a una empresa; sino porque, gracias a su falta de escrúpulos, el medio digital que lo denunció, Forbes.com abanderó un cambio que marcó un antes y un después en el mundo on line.

El 11 de mayo de 1998, Adam Penenberg, periodista de Forbes, publicó varios artículos (Forbes smokes out fake New Republic story on hackers y Lies, damn lies and fiction) que echaban por tierra el reportaje firmado por Glass en la prestigiosa revista The New Republic.

Esta revista on line llevaba apenas un año funcionando cuando destapó el escándalo, en un momento en el que los todavía jóvenes medios digitales no contaban en absoluto con el crédito de la prensa tradicional. Puede decirse que su capacidad informativa era menospreciada por parte de las élites del periodismo impreso, muy reticentes con los nuevos medios que se abrían paso en la Red.

Se despierta así de la equivocada idea de que lo que aparece en el papel escrito (principalmente en los diarios y revistas más prestigiosos) es un verdad sagrada, incuestionable. La redacción de la revista Forbes demostró que no. Y gracias a un exquisito trabajo de investigación logró que las nuevas herramientas de información que se abrían paso en la Red fueran merecedoras de un voto de confianza por parte de todos. Los motores de búsqueda de la Red ayudaron a Penenberg a constatar que la información vertida en Hack Heaven no era cierta. Por supuesto impactante y espectacular, pero irreal.

Charles Lane, editor de The New Republic, publicó en el editorial del 25 de mayo las siguientes palabras: Para la prensa, la verdad es, o debería ser, un valor absoluto.

Como bien afirma Pennenberg en el artículo de Forges, el periodismo malo puede encontrarse en todas partes y no depende del medio, sino del escritor. Toda una lección.
Imágenes de arriba a abajo: Glass y Penenberg. Fuente: Google imágenes.

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