Un niño que no supera los trece o catorce años me pide un cigarrillo para compartirlo con el resto de sus amigos una vez transformado en un porro de chocolate. Al decirle que no, protesta y se da la vuelta maldiciéndome. No me encuentro en ningún poblado marginal de las afueras, sino en plena calle en el centro de una ciudad.
Me pregunto si sus padres tienen siquiera la sospecha de que su hijo fuma hachís. Me pregunto si la sociedad reflexiona a menudo sobre el tremendo problema que constituyen las drogas en nuestro mundo.
El inicio
El alcohol y el tabaco son las sustancias donde el inicio del consumo es más precoz, alrededor de los 13 años. El cannabis comienza a consumirse en torno a los 15 años de media y, a partir de esa edad, se inician los consumos de estimulantes como la cocaína o anfetaminas, alucinógenos como el LSD, drogas de síntesis como el éxtasis y opiáceos como la heroína, según un estudio de la Federación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) de 1995-1999.
El consumo de drogas (sobre todo de alcohol, tabaco y cannabis) empieza cada vez a una edad más temprana y se encuentra extendido a todos los estratos de la sociedad, si bien son los jóvenes de entre 20 y 24 años los que más y en mayores cantidades consumen todo tipo de sustancias. Entre los jóvenes consumidores con mayor poder adquisitivo el éxtasis y la cocaína son comunes.
Junto a la heroína y cocaína, las dos más perjudiciales, el alcohol y el tabaco se sitúan dentro del decálogo de las drogas más dañinas para el organismo. Y ambas son las que más consumen los españoles, siendo el grupo de edad comprendida entre los 20 y 24 el que más se embriagaba en 1999.
Aunque no puede asegurarse que el pequeño pedigüeño de tabaco sea, en un futuro, consumidor habitual de cannabis u otras sustancias, probablemente sea más propenso a convertirse en un adicto a la droga: desde fumador empedernido a consumidor de cocaína. La FAD asegura que la mayoría de los drogodependientes comenzaron a consumir a edades tempranas, mantenido sus consumos hasta desencadenar una adicción.
El alcohol y el tabaco son las sustancias donde el inicio del consumo es más precoz, alrededor de los 13 años. El cannabis comienza a consumirse en torno a los 15 años de media y, a partir de esa edad, se inician los consumos de estimulantes como la cocaína o anfetaminas, alucinógenos como el LSD, drogas de síntesis como el éxtasis y opiáceos como la heroína, según un estudio de la Federación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) de 1995-1999.
El consumo de drogas (sobre todo de alcohol, tabaco y cannabis) empieza cada vez a una edad más temprana y se encuentra extendido a todos los estratos de la sociedad, si bien son los jóvenes de entre 20 y 24 años los que más y en mayores cantidades consumen todo tipo de sustancias. Entre los jóvenes consumidores con mayor poder adquisitivo el éxtasis y la cocaína son comunes.
Junto a la heroína y cocaína, las dos más perjudiciales, el alcohol y el tabaco se sitúan dentro del decálogo de las drogas más dañinas para el organismo. Y ambas son las que más consumen los españoles, siendo el grupo de edad comprendida entre los 20 y 24 el que más se embriagaba en 1999.
Aunque no puede asegurarse que el pequeño pedigüeño de tabaco sea, en un futuro, consumidor habitual de cannabis u otras sustancias, probablemente sea más propenso a convertirse en un adicto a la droga: desde fumador empedernido a consumidor de cocaína. La FAD asegura que la mayoría de los drogodependientes comenzaron a consumir a edades tempranas, mantenido sus consumos hasta desencadenar una adicción.
