miércoles, 16 de mayo de 2007

Desintoxicarse o pagar

¿Sobre las drogas me preguntas, chiquilla? F.B. se queda mirando a suelo un instante, se lleva la mano a la barbilla. Y contesta con otra pregunta: ¿hoy por hoy, quién no se droga?

Este joven que todavía no ha cumplido 23 años, acude varias veces a la semana a un centro de desintoxicación de Getafe. Dos policías nacionales le pillaron con farlopa en el poblado madrileño de Valdemingómez, donde el tráfico de sustancias es la principal atracción de jóvenes cocainómanos y heroinómanos de todas las edades. Los 1.200 euros de multa por algo menos de medio gramo de cocaína llevaron a F.B. a aceptar la propuesta de la Comunidad de Madrid: retirada de la multa tras la asistencia a charlas en el Caid, un centro de rehabilitación a toxicómanos en el municipio getafense.
Estoy con chavales de 12 y 13 años, que tienen problemas de cocaína y porros, asegura F.B. Hay cocainómanos que acaban por no poder dormir y empiezan a meterse caballo, como los antiguos yonquis, para poder dormir por la mañana. Doctores, psicólogos y agentes sociales intentan que estos jóvenes se informen sobre las sustancias que consumen y aprendan a no minimizar sus riesgos. Mensualmente F.B. y el resto de los asistentes se someten a una analítica para detectar si han consumido o no. En el caso de que el test dé positivo varias veces, el alumno puede ser expulsado y, en consecuencia, obligado a abonar la multa económica.
La gente que hoy se droga no es como la de antes, ya no se nota en la cara, asevera F.B. Como advierten algunas campañas de la FAD (Federación de Ayuda contra la Drogadicción), las drogas no tienen el aspecto de hace algún tiempo atrás, pues no sólo afectan a las clases sin recursos que malviven en zonas suburbiales, sino a multitud de chicos de toda índole económica y social. Somos igual de yonquis, pero no se ve por fuera.
Sin embargo, F.B. considera que él es diferente al resto, que su consumo se reduce a los fines de semana (y no todos). Ante la pregunta de si le gustaría dejarlo, se queda en silencio y muestra un gesto de indeferencia. Según este joven, lo suyo no es un problema: Adicción es la que tiene el fumador de tabaco o el alcohólico, que lo hace todos los días, yo sólo me pongo cuando estoy de fiesta. Quizá lo que F.B. no quiere recordar es que hace más de cinco años que esnifa cocaína.

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